AGRADECIMIENTOS : 

Le doy muchísimas gracias al señor Umberto Celi, estudiante universitario en la Universidad Israel En Quito ( Ecuador ) que realizó con mucha sensibilidad la traducción al español de mi texto francés. 

Asi mismo a la Pra  Ana Teresa van der Horst ( Instituto Tecnologico de Santo Domingo ) que lo reviso cuidadosamente 

Y también al Dr Guy De Saedeleer, mi defunto webmaster, que concibió y arregla mi sitio con muchísima amabilidad y capacidad. 

 

Capitulo 1 : Consideraciones generales 

 

 

I. Definición y discusion

 

Por bastante muchos seres humanos, a todas las edades de la vida, existen momentos donde ellos sufren la presión de uno (o mas) otro(s) y donde ellos han estado obligados de participar  en una actividad sexual sin desearlo realmente. 

Porque? Porque en la dinámica de la solicitacion sexual, hay lugar para la voluntad de dominación, el egocentrismo hedonista, la necesidad de vengarse del pasado … Mas banalmente, un cierto número de adolescentes tienen ganas de instruir a los más jóvenes como ellos lo fueron, eso quiere decir « iniciarlos », si, de forma humillante o horrorosa ; 

Por otra parte, existen regularmente factores desfavorables de facilitación, susceptibles de ser emitidos por la victima o por sus cercanos ! Entre otros lo de la ambivalencia, pero existen muchos otros. 

Por eso reafirmo que, entre la sexualidad sufrida y aquella que es francamente deseada, existen numerosas zonas intermediarias. En lo siguiente en este articulo, nosotros no estudiaremos más que aquella que es francamente sufrida.

 

 II. Unas calificaciones

 Los momentos de confrontación en la sexualidad impuesta son variables, como su duración. Una mención particular debe sin embargo estar reservada a momentos precoces ligados al proceso de desarrollo del adolescente : para mostrar que él sabe y afirmar su poder, un adolescente puede ingeniarse para humillar a un menor. A veces, la voluntad de iniciar es clara más allá de la molestia infligida. A veces ni eso. Podemos incluir dentro de esta categoría unas prácticas contemporáneas : aqui un grupo de adolescentesfilma una escena sexual,  para-sexual, o de maltrato de un más joven y  después expide el video a un público escogido o a un sitio de la web.

El grado de gravedad, de destructividaddel acto impuesto es variable. Al igual que los medios utilizados para imponerlo. Las consecuencias síquicas sobre la victima son muy variables también. 

Podemos considerar entonces que los actos puestos bajo coercicion se reparten sobre un gradiente de gravedad que va de lo benigno a la destrucción importante del cuerpo y del espíritu del niño … . De las espinas sexuales a los abusos graves.

 Las espinas sexuales 

A. Definición 

Sobre el camino de sus vidas, un gran número de niños sufren algunas « espinas » sexuales, que no hacen más que rozar o arañar moralmente a la mayoría de aquellos que lo confrontaron. Por definición, su efecto traumático o de activación sexual precoz es benigno en muchos. 

Estas « experiencias » son  a veces puros azares desgraciados, o a veces voluntariamente provocadas por un agente humano, que solicita al niño sexualmente o casi. El niño que está confrontado se sitúa siempre en un grado preciso sobre la escala « no esperar - provocar ». Cuando el provoca, sin embargo es con el fin de activar una experiencia positiva, sin imaginar el atentado negativo que le va a caer encima !

B. Criterios de probable benignidad

 

Ciertas características aumentan la probabilidad de que el niño no viva el evento más que como una espina benigna : 

- El hecho de que el encuentro sea aislado o casi y de que el niño haga conciencia de este carácter no recurrente. Al  igual si el conoce y domina los medios de controlar su vuelta ( por ejemplo, evitar la frecuentación de tal persona a riesgo ). 

- Si el que agrede es un adulto, mejor vale que sea una persona extranjera a la familia del niño. El riesgo de daño psíquico grave disminuye aun, si este extranjero no ejerce ninguna autoridad oficial o moral ni poder de influencia de facto sobre el niño. 

- El hecho de que el niño pueda reconocer enseguida que él que le solicito no tenía ninguna intención de perjudicarlo voluntariamente, mismo si  se produjo un efecto negativo desagradable en el acto. 

- El hecho de que el acontecimiento no arrastra enseguida un gran espanto ; que su rememoración en lo siguiente no genera ni mucha vergüenza, ni angustia, ni culpabilidad. 

- El hecho de que sea seguida lo antes posible por una conversación reconstructiva : conversación que explique que paso, que permita al niño comprender que él no estuvo amenazado en su integridad física, o aun mejor, una conversación que intente reatrapar las cosas ; conversación donde el agresor rinda cuenta de sus motivos y pida perdón al niño. 

- No occure una traumatización secundaria después del acto ( cfr capítulo siguiente ).

C. Algunos ejemplos

 

Ejemplos de eventos a menudo benignos :

 

- Ser revuelto sexualmente por un contemporáneo o un adolescente ; estar fuertemente sugestionado por el ; ser forzado a mostrar su sexo o mirar el de otro ; 

- Ser confrontado a una exhibición imprevista y salvaje de un mayor o de otro adulto ; 

- Ser confrontado a lo improvisto a escenas sexuales o de pornografía, sobre todo hard ; 

- Ser sorprendido en una actividad sexual por un tercero que desaprueba o se burla ; estar molestado por reconocer una actividad sexual y estar sancionado excesivamente ; 

- Ser traicionado por el compañero que pretende haber sido forzado.

 

Vengamos ahora a un tema más delicado, aquel de la (casi-) solicitación sexual hecha por un adulto y de la actividad  que de allí podría resultar. No es imposible que esta sea vivida como una « espina » sexual por el niño, sobre todo si la experiencia responde a los criterios de lo benigno que acabo de evocar. Estos criterios son encontrados algunas veces dentro de los « resbalones sexuales » vividos por un adulto, pero esto no es siempre seguro, ni en un sentido ni en el otro.

 D. Como gestionar lo de las espinas

 La mayoría de niños están en condiciones de cicatrizar rápidamente el impacto traumático o excitante de estos arañazos, solos o con una ligera ayuda. Si esto pasa asi, nosotros podemos : 

- Prepararlos : explicarles que las espinas arañan sus cuerpos sexuales y generan un recuerdo desagradable, pero que su alma y su cuerpo no volaran en pedazos por tanto. 

- Ensenar y animarles a hacerse respetar, particularmente aceptando si ellos nos dicen « no » cuando les faltamos el respeto en la vida cotidiana. 

- Prevenirlos de que ellos no ganaran siempre sus pequeños combates sexuales ; nosotros también hemos perdido algunos porque es así que sucede en la vida :  existe de vez en cuando una espina que se vio a tiempo y que se logro franquear ...

o donde uno se lastima las pantorrillas. 

- No acosarlos, dejarlos libres de confiarse o no sobre estos incidentes. Si un niño decide  hablar de su experiencia, comencemos por escucharlo y consolarlo. Después, estudiemos con él, de forma realista, las reacciones posibles y sus consecuencias potenciales. Entre ortos, cualquiera intervención parental hasta las instituciones oficiales, debe velar de no provocar ninguna traumatización secundaria ni estigmatización por el niño : el « remedio » no puede ser peor que la enfermedad !!. Eso no vale la pena para tal historia — fea a fin de cuentas — que paso en las duchas del club deportivo que se puso en alerta roja el mundo entero! Reaccionar discretamente entre parientes, sin dramatizar, hasta << aplastarlo » por esta vez, estimulando la prudencia y la eficacia del niño en el futuro, pueden constituir las reacciones  más positivas.

 

 Para la minoría de niños más vulnerables, ya bien traumatizados por su enfrentamiento apequeñas espinas, como reaccionar? Mostrémonos primero sensibles acerca de su sufrimiento, que ellos a menudo tratan de disimular : vayamos para su encuentro y animémoslos delicadamente a expresarse. Si ellos lo hacen, procuremos que ellos reciban la solidaridad familiar y los tratamientos psicologicos adecuados. 

Por otra parte, podemos arrastrarlos, a ellos tambien, a defenderse en el futuro y a tener mejor confianza en su capacidad.

 

  Los abusos sexuales graves

 

 Definición del abuso sexual : El menor es utilizado, sin verdadero consentimiento por su parte, para la gratificación sexual del autor, y al menos igualmente para la voluptuosidad de poder que siente. 

Bien diversificados, los abusos emanan regularmente de familiares del niño, particularmente de miembros de su familia o de otras personas conocidas que comienzan usualmente por seducirlo o por engañarlo intelectualmente, más frecuentemente que por asustarlo. 

Se debe siempre tener en consideración, no sólo el hecho « abuso » sino también el contexto que lo hace posible : constitución del  sí mismo de cada protagonista ; estado de sus relaciones, contexto social. El hecho del abuso no es más que un eslabón fuerte prominente de un conjunto de experiencias cuyos límites históricos, pasados y futuros, son vagos : en efecto, su camino en el psiquismo del infante continua aún después de la cesación de actos, ya sea en el sentido de la reconstrucción progresiva o el de la destrucción continua.

 Es imposible dar cifras de prevalencia fiables, principalmente porque fuerzas poderosas se ejercitan para intentar disimular estas ex-acciones, teniendo éxito en esto a menudo. Accesoriamente, encontramos igualmente problemas ligados a las metodologías de investigación 

Al término de una larga experiencia en este campo siniestro de la psiquiatría social, me parece razonable pensar que, por el abuso sexual repetido durante un largo tiempo ( más de tres meses ), las cifras podrian aproximar unos  6 à 8 % de niñas y 5 % de niños.

 

ILos abusos sexuales afectan a los niños de todas las edades : yo vi fotos no falsificadas de bebes violados ; así como existen adolescentes endebles en perdición que nunca se atreverían a reconocer la suma de humiliaciones sexuales sufridas al diario. 

Los maltratos sexuales son susceptibles de tomar lugar en todos los lugares de la vida : entre contemporáneos o en la hermandad, emanando usualmente de mayores ; en la familia, en la escuela e incluso dentro de los mismos institutos residenciales considerados para reeducar o cuidar al niño. Se producen en todas las clases sociales : los poderosos y favorecidos disimulan mejor los suyos mientras que los desfavorecidos, seguidos de cerca por  nubarrones de servicios sociales, ven demasiado fácilmente sus exacciones denunciadas y expuestas a la picota en la plaza pública.

 La prudencia se imponeéticamente para que no sean ni las emociones ni el sistema de valores de los observadores y de los interventores que apliquen el término « abuso » a las maneras de vivir que chocan sus referencias habituales : 

- Por ejemplo, existen familias laxas, donde el ambiente es  « sexo » y dónde los juegos sexuales entre los hermanos son más numerosos que habitualmente ; no constituyen debido a este solo hecho  familias marcadas por la perversión o por el abuso sexual. 

- Todo contacto físico tierno  entre el adulto y el niño no indica necesariamente oscuras tendencias pedofílicas por parte del adulto. Y con todo, es preocupante constatar que los adultos profesionales se atreven cada vez menos a tocar a los niños, o a reconocer explícitamente el encanto de su cuerpo, mientras que éstos necesitan tanto estas señales para sentirse amados e importantes.

 

  Capitulo 2:La etiopatogenia

 

El abuso no se limita nunca a la confrontación, en una secuencia de tiempo dada, de características psicológicas y fisiológicas de sus dos protagonistas de primer plano: el autor concreto y el niño víctima. En efecto, una multitud de factores parciales  favorecedores del abuso se enmarañan o se ponen en combinación o en resonancia para crear una dinámica personal, familiar o grupal abriendo la puerta al abuso … y a mil otras características de la vida. Los describiré brevemente, yendo del más general a lo particular : 

I. Los factores sociales  

A . La humanidad y su libertad. 

Como la conciencia reflexiva y la libertad interior ejercen una función central en la raza humana, ésta es capaz de lo mejor o de lo peor respecto a sus propios pequeños.  El mejor existe, presente en tantos actos de dedicación, entrega y generosidad como ningún animal lo lograría nunca. Pero lo peor también existe : aquí individuos, grupos, naciones eligen sacrificar los intereses fundamentales de los niños, a veces sus propios niños, en búsqueda de objetivos particulares  de los adultos, considerados prioritarios.

 

 B.Las sociedades, su organización y sus aspiraciones.

 

En las sociedades industrializadas que conozco mejor, muchos factores incitan a dar el paso al acto sexual. Por ejemplo : 

- El ambiente de tensión difuso de la vida contemporánea ; la necesidad de ser eficaz, rápido y « buen profesional », nos hace utilizar a los niños como un punching-ball de nuestras frustraciones. 

- El materialismo y la promoción de ideas de egocentrismo. « Haz lo que te agrada », decimos, y no más « Retente por el bienestar de tu prójimo y de tus niños ». 

- Los mensajes de consumo sexual que inundan nuestros medios de comunicación y la vida diaria de nuestras ciudades. 

- Etc. 

C. La disfunción ocasional de las instituciones 

Limitándonos a las instituciones encargadas de manejar al niño víctima de abuso, y asumiendo que lo que sigue parecerá paradójico, en éstas a menudo se generan factores negativos, conocidos como « traumatización secundaria », a veces más importantes que sus aportes positivos. He aquí algunos ejemplos : 

- La incompetencia de una parte de los profesionales, la burocracia, la no adaptación de los ritmos institucionales al tiempo vivido por los niños ( por ejemplo, los plazos de audiencia, incluso cuando los niños son muy pequeños ! ) ; 

- Las rivalidades, la ausencia de comunicación, las luchas de poder entre profesionales ; 

- Las lógicas y objetivos radicalmente diferentes entre dichas instituciones y, sobre todo, la falta de voluntad real de armonización. ¡La armonización, sin embargo no es la negación de las imprescindibles diferencias ! 

D. Las disfunciones familiares 

La mayoría de los abusos se desarrollan en la intimidad de las familias, ya sean nucleares de origen, recompuestas o ampliadas. En la mayoría de los casos, las relaciones entre los miembros de estas familias son duraderamente disfuncionales  desde hace tiempo y predisponen el paso al acto sexual. Algunos descontroles de breve duración constituyen la excepción, en las que las circunstancias sociales influyen con todo su peso para desestabilizar brevemente a personas o a familias habitualmente equilibradas. 

Nos limitaremos a mencionar uno u otro fenómeno familiar especialmente preocupantes como la soledad, el repliegue sobre sí mismo levantando barricadas ; el caos con la movilización perpetua de los vínculos y la inconsistencia de las normas ; la falta de socialización y educación de los padres y la falta de valores sociales en la familia. 

En unas u otras familias, será un ambiente incestuoso difuso o emanando de uno de los padres : seducciones perpetuas, sensualidad, alusiones sexuales, fisgoneo y exposiciones, voyeurismo y exhibición más o menos manifiestas,  etc. 

Al contrario, encontramos a veces un ambiente de violencia, generado  por una persona ( padre o madre ) o  por un subgrupo ( por ejemplo, padre y hermano mayor ) que aterrorizan a todos los otros y los menores constituyen sus punching-balls y/o sus muñecas sexuales. 

Algunas familias ocultan muy bien un juego perverso, bajo las apariencias de la más perfecta normalidad, o incluso la apariencia de dedicación social. Este juego implica activamente al menos uno de los padres, con una posición variable para el otro ( entre ignorancia y complicidad más o menos activa ). 

E.  La ausencia o el papel negativo del « tercero » 

Los que llamo « los terceros » son los individuos, los grupos o las instituciones que están en relación con la violencia sexual que se ejerce entre el autor y su víctima. 

En la mayoría de los casos, si el abuso puede instalarse o persistir, es también porque estos terceros no pudieron o quisieron tomar una actitud eficazmente positiva para proteger a la víctima, dialogar con el autor o pedir la ayuda de profesionales competentes.

 

¿Por qué esta ausencia de involucramiento positivo ? : 

- Por verdadera ignorancia, a veces ; 

- En otros casos, este tercero está demasiado ausente para ejercer una parte de vigilancia : [ muy ocupado, por su trabajo, obligado a trabajar en la noche o radicalmente ausente, como en les familias mono parentales ] ; 

- Más a menudo sin embargo este tercero tiene dudas y toma la actitud del avestruz, debido a la angustia, si no al terror que despierta en él la idea de la revelación de los hechos ( violencia del autor, estallido de las estructuras familiares actuales ; vergüenza pública ; etc. ) ; a veces también, puede tratarse de la ambivalencia que este tercero vive respecto al niño sacrificado, hasta concluir que, después de todo, eso arregla bien las cosas ya que el autor del abuso se alivia sobre este tercero … hasta vengarse sobre el niño de otros maltratos que el tercero sufrió en su historia de vida ; 

- Falta de solidaridad de la hermandad o de otros niños cercanos. 

F. Factores de provocación, voluntarios o no, emanando del niño-víctima

 

 

Estos factores no influyen constantemente : a veces, es sobre un niño sin características particulares que caen los malos tratos … 

Más a menudo sin embargo, emanan del niño especies de señales de ATRACCION que van a llamar sobre él la atención negativa del futuro autor del abuso o la inercia de los terceros : 

-  Por ejemplo : poder de seducción particular ; sentimientos edípicos intensos ; falta de socialización ; carencia afectiva y necesidad de ser querido a través de no importa qué medio ; hiper erotización … 

- Otros  niños amenazados no interesan a nadie; otros no pueden intuir qué es lo que les pasa con la misma sutileza que sus pares ; lo mismo pasa con el conocimiento de los medios eficaces de esquivar y la capacidad de revelar lo que pasa y de pedir ayuda ;

 

- Al principio del proceso de abuso, numerosos niños podrían protegerse  más eficazmente de su agresor. Algunos lo previenen, discretamente o con ayuda. Pero muchos no reaccionan, ya sea por ignorancia o sumisión, porque no han desarrollado una imagen madura de lo que deben ser las relaciones de los niños con los adultos: esto es lo que implica ser obediente.  ( « Se debe obedecer al adulto, quien tiene necesariamente razón » ). 

- Mas adelante en el proceso, una  parte de los niños se transforma desde su interior y elabora estrategias de adaptación … que no hacen más que empeorar las cosas : depresión, culpabilidad y  sumisión ; confusión de las ideas y adhesión parcial a las del autor ; masoquismo y adopción de comportamientos de provocación irradiados hacia el autor, etc.

 

G. Y entonces vienen, como ampliadas o empujadas por este primero grupo de factores, las características intra-psíquicas de los que abusan directamente :

Algunos son a la vez portadores de problemas psíquicos, pero a le vez conservan suficientemente lucidez y de libertad interior para decirse ¡No! a ellos mismos. Y no lo hacen. Son a la vez perturbados y malos.

 

Cualquier ser humano puede patinar transitoriamente y biselarse. Sin embargo, en la mayoría de los casos, se encuentra frente a una de las cinco grandes constelaciones intra psíquicas que ahí tenemos, enumeradas en orden de frecuencia decreciente, y que pueden pues causar abusos repetidos : 

- El descontento de sí mismo ; el vivido constante de fracaso, de inferioridad,  de falta de valor. Aquí, el ambiente familiar a menudo se señala de las mismas características : soledad y gran frío. Entonces, el niño puede ser apreciado como una compensación emocional y sexual. 

- La no-organización de la personalidad ; la ausencia de estrategias de socialización ; la incapacidad de resistir a los impulsos sexuales cuando surgen frustraciones o tentaciones. Aquí, es frecuente que toda la familia sea caótica. 

-  El adulto « sutil y suavemente inmaduro œdipiano », secretamente fijado en el

padrinaje acectivo incestuosos que recibió ; seduce a sus niños y  un « feo niño inmaduro »  se libera de él a través de juegos sexuales con ellos. 

- El padre o el adulto todo-potente, violento físicamente o autoritarista, jugando con el ejercicio de su voz, sus músculos, su voluntad y sus argumentos intelectuales. Aterroriza y afecta a sus niños o los hipnotiza y ejerce una clase de derecho de omnipotencia sobre ellos. 

- El perverso, en el sentido sexual del término : la persona del niño no tiene ninguna importancia, sólo cuenta el disfrute juzgado « exquisito » que causa

actividades precisas, según la situación repetitiva : por ejemplo desnudarlo, lamer sus pies, practicar un sodomisasión, etc … 

Cuando una de estas dimensiones intrapsíquicas está en lugar, puede aún añadirse : 

- La parte posible de la genética : en el origen de un equipamiento psíco-fisiológico,  y de un temperamento básico que nos diferencia unos de otros. 

- La dependencia a los placeres que la actividad sexual crea en el autor : en algunos temas, los más esperados, no se está lejos de una estricta adicción, como la que se encuentra en otras drogas. 

- Por fin, es necesario evaluar siempre lo que permanece de la libertad interior del autor ; en la (grande) mayoría de las situaciones, los abusos que se cortan sobre el niño no son el estricto resultado de impulsos irresistibles. Aunque el ser humano que se suministra está predispuesto, por su genética o por su psicopatología, elige in fine,  y programa con conocimiento de causa  acabar el comportamiento reprensible hacia el cual su destino comienza a empujarlo. El autor tiene pues en él, una dimensión patológica y una dimensión mala, que le hace elegir lo inmoral. Por eso, necesita y cuidados y la reprobación de la comunidad.                 

                                        

                 

  Capitulo 3:Las consecuencias mayormente presentes en el niño-víctima

  

El sufrimiento del niño es la consecuencia, no sólo de los actos abusivos directos de los cuales es el objeto, sino también del ambiente emparentado general en el cual los agresores tienen el campo libre. Se afectan en proporciones variables : su cuerpo, sus ideas y sus valores, sus  sentimientos y las representaciones que los acompañan, la instauración de algunas dimensiones de su personalidad y sus comportamientos. 

Muchas consecuencias constan con psíco-traumatismos de más o menos mucho tiempo. Una minoría « consta con un despertar sexual » precoz y abundante. Otra ultima minoría apenas se desorganiza psíquicamente, más superficialmente emocionada que realmente herida, y vuelve rápidamente la página de lo que le paso.

 

I.  Los niños psíco- traumatizados  

 

   

 A, e constata frecuentemente una distorsión cognitivaen unos campos específicos : es decir, errores de pensamiento, en parte inducidos por el autor y en parte generados por el poder de auto creación del niño, aquí erróneo. Un determinado número piensa que son de verdad malos y que merecen su suerte ; otros piensan que la manera en que son amados, con sexo, es normal, incluso un regalo privilegiado ; ven una confirmación de su destino especial en los posibles momentos de excitación y placer que su cuerpo experimento, etc

B. El niño frecuentemente está habitado por un vaivende sentimientos dolorosos y de representaciones mentales vinculadas ( « vividos interiores » ). Los más habituales son :

 ---- La angustia : angustia de la imprevisibilidad de la vuelta del mal trato, a menudo con preludios odiosos ; angustia de sufrir, de tener, el cuerpo definitivamente dañado, quizá ; angustia de que « eso » se vio exteriormente, de una manera o de otra ; angustia de ser situado y « cocinado » para reconocer lo que pasa ; angustia de destruir todo en torno a sí o la del castigo, hasta ir en prisión porque « se lo hizo » ; angustia de ser abandonado, de perder el afecto de los otros porque ser tachado ; etc.

 

Ill. Con Michaël, ocho años, anormalmente agitado y agresivo desde un abuso sexual repetido, con sodomía, cometido por un marginal próximo a la familia, fue necesario que yo recurra a juegos de papel para ayudarle a expresar sus angustias más secretas … en los juegos de papeles, yo « juego » un pequeño muchacho que visita al Dr. M. Despues de muchas otras, hago la pregunta, no atreviéndome demasiado a plantear mi cuestión, si eso puede pasar, que pequeños muchachos esperan a un bebé despues de ser sodomizados. Aunque me garantizó que eso no llegaba casi nunca, Michael, en el papel del Dr, pareció muy aliviado de que yo le plantease la cuestión, y pudimos discutir « entre varones »  la respuesta …

 ---- La tristeza, la desilusión, la desesperación : sentirse no valer nada, ni para el autor, que no se retuvo, ni para el ambiente ; sentirse un niño ineficaz, incapaz de bien protegerse: un tipo de oveja negra marcada por el dedo del destino por ser atacado sin mucha razón. Perder confianza en la gran mayoría de los otros ; levantarse barricado en su soledad. Tristeza que puede seguir después de la revelación, si el ambiente es la traumatización secundaria. 

La tristeza tiene muy a menudo una fuerte correlación con una mala imagen de sí mismo. El niño se confirma  completamente solo sin valor, en el presente y el avenir.

 

Ill.  Un padre tiene contactos sexuales con su hija Noémie ( nueve años ) y con una pequeña amiga venida alojarse en la casa. Ésta revela todo. Escándalo. El par parental se separa y el padre es enviado a la prisión. Pero el quiere « poseer » a Noémie, e incluso salido de prisión, él viene a esperarla una u otra vez a la salida de la escuela … Noémie perdió a todas sus amigas, y tiene la impresión que no encontrará más otras amigas ; muchas quejas psicosomaticas aparecen, como un duelo persistente en la cabeza … y símbolo siniestro y maravilloso a la vez, me dibuja, en vez de un personaje, una cabeza de pequeña muchacha, sin cuerpo y señalada al hierro rojo por numerosos y grandes lunares. ¡Belleza triste, que llamó la atención de su padre, y lo envía a continuación al infierno! 

A pese que el abuso por su padre se quedo ya hace dos anos, Eva todavia no puede dibujar una chica con su cuerpo entero ; lo reduce a la cabeza, ensuciada por manchas negras ; las cuales aparecen cada vez que « la nina hace algo mal » 

 

La tristeza tiene también una fuerte correlación con la culpabilidad : el niño se siente simplemente en falta porque lo hizo … sobre todo si la experiencia sexual le ha gustado en algunos momentos …

 ---- En algunos, sobre todo en los contextos más violentos y los que más levantan barricadas de silencio, representaciones agresivas inconscientes pueden acumularse lentamente : incluso escapados de la relaidad concreta de malos tratos, el adolescente, luego el adulto están como bombas de efecto retardado ; estos tienen el odio en ellos mismos.

 

 C. Los comportamientos que se siguen

 

  1. En muchos, la vida diaria refleja este mal-estar intrapsíquico diversificado. Habrá pues indicadores de angustia ( hasta el franco sindroma de estrés post traumático ), de tristeza, de desilusión y de desesperación ante otros ;señales de fracaso, auto agresión o el evitar de las fuentes de alegría, vinculadas a la mala imagen de sí mismo, aparecerán también.

 

No es sin embargo sistemático : algunos se muestran casi capaces de tener una doble vida. Se esfuerzan en ya no pensar en los momentos de los abusos  a que sólo se prestaron de cuerpo. Su verdadero « ser » ha pemanecido bine escondido en otra parte. ¡De ahí decir que su « ser » a diario se desarrolla bien, hay un paso a no cruzar!

 

 D.¿Como el niño ajusta cotidianamente su agresividad o su sexualidad?

 

Existe en muchos niños numerosas reacciones de pudor, inhibición y/o molestia anormalmente vinculantes. Se puede observar sin embargo en ellos  de vez en cuando, de manera imprudente, momentos de solicitacion sexual inadecuada, impulsiva y a veces brutal de otros, tanto  de adultos a menudo conocidos  como de niños mucho más jóvenes. Aquí el niño abusado quiere reanudar el poder sobre el ejercicio de su sexualidad, en una dinámica de identificación al agresor.

 

  E.¿Por fin, qué comportamientos aparecen frente a los abusos concretos?

 

Sólo una minoría de niños indignada, chocada, confiesa rápidamente a una persona de confianza los malos tratos de los que acaba de ser víctima. 

Bien más a menudo, el niño-víctima participa en la ley del silencio. Hasta se esfuerza en disimular las pruebas que se dan. Ante su agresor, termina por someterse más o menos pasivamente. Él « entre » en la cultura del aislamiento y del secreto que el agresor inculca en torno a su relación con él. ¿Por qué? Miedo de las consecuencias de la revelación, desesperación, mala imagen de si, idea falsa de que vale más ser amado así que no serlo del todo … la mayoría de los abusos permanecen pues probablemente ocultados definitivamente, o vinculados con revelaciones tardías, con la edad adolescente o adulta.

   

II. Los niños « encendidos »       

 

Algunos abusos no se desarrollan en un contexto de angustia, sino más bien de seducción, de fraude intelectual suave, de iniciación al placer físico, de privilegios emocionales ofrecidos … 

Entonces, una (buena) parte de los niños puede dejarse engañar. He aqui lo que

resulta : 

 A. Búsqueda activa de la perpetuación del vínculo emocional (y sexual) con el autor, que se trate de incesto o pederastia. Comportamientos que muestran ruidosamente la existencia de un vínculo sexual y emocional p. rivilegiado ; o, al contrario, disimulaciones hábiles para encubrir el vínculo.

 B. Y/o despertar precoz del hedonismo sexual en el niño. Varios caminos se abren

entonces en él y por ejemplo :

 C.Volverse un niño híper-erotizado precozmente, « sin retención sexual » ( cfr el libro « la sexualité des enfants », Hayez, Odile Jacob, 2004 ).

 D.(Más raro) identificarse completamente con ell adulto iniciador y reproducir sus perversiones ( por ejemplo pedofilitas ).

 E.(Más raro) vivir una orientación homosexual ( pero es necesario también que existan otros factores de predisposición ).

 

III. Las marcas físicas

 

Después la revelación del abuso sexual, los estigmas físicos de éste distan mucho de ser constantes : en 40 o 50% de los casos, el cuerpo del niño está intacto y no queda manchado por rastros específicos de su embaucador. Las otras veces, hay sospecha o prueba de abuso sexual ( rastros ADN ; desfloración ; lesiones anales ; enfermedades venéreas ; ¡o incluso embarazo ), pero no ipso facto prueba de la identidad del embaucador !

 

  •  Capitulo 4 El futuro a largo término de las victimas

 

I. Criterios de gravedad

 

Existe criterios que permiten predecir prudentemente que el disturbio psíquico del niño será más grave y  más durable : 

- Factores individuales de temperamento ( falta de resiliencia ; tendencia al pesimismo, a la dramatización, al descuido, etc ) ; 

- El carácter abundante y repetitivo de los abusos y  la imprevisión del momento de su vuelta ; el hecho de que se  se impongan ante toda elección del niño ; 

- Una soledad de más en más total: el niño  encuentra sin ningún recurso, ya que los abusos tienen lugar en gran secreto, o que los testigos se muestran perfectamente indiferentes, incluso aliviados de no ser ellos objetos del mismo agredor ; 

- El ambiente en el cual se desarrolla los abusos: de verdad espantosa, es fuente de estrés post traumático ; perversa, puede encender sexualmente al niño y darle el gusto de una sexualidad más o menos desviada; algunos timadores todo-potentes quieren poseer toda la vida del niño ( sus pensamientos, obligarlo a vestirse como ellos quieren, etc.) ; 

- La argumentación a la cual el autor recurre para justificar los abusos : culpabilizar al niño ; hacerle creer que será culpable de destruir a la familia si habla ; decirle que se hace eso para su bien, que es una forma evolucionada del amor parental … 

- El grado de fractura en el cuerpo del niño sobre todo si es brutal y no acordado. Pero el inverso no es necesariamente verdadero, por ejemplo, los daños únicamente de la crueldad moral pueden ser considerables ; 

- El estatuto del autor ;  se afecta mas al niño si el autor pertenece al mundo de

los adultos ; aún más si es un miembro de la familia que debería ser retenido por los lazos de sangre o si el autor tiene sobre el niño una autoridad moral que bisela ( sacerdote, profesor, psicoterapeuta etc ) ; 

- La existencia de una traumatización secundaria después de la revelación de los malos tratos : no se cree al niño, las instituciones supuestas dirigidas a ayudarlo son disfuncionales y hieren su sensibilidad, se le deja caer, o incluso se lo vuelve a poner a las manos de su embaucador blanqueado como nieve. 

- El silencio seguido ; la incapacidad de hacer confianza y de abrirse sobre lo que sucedió con quienquiera ; el rechazo o el menosprecio que emana de los que intenta de informar - incluido por ejemplo aquél del que está enamorado - ; la persistencia de la soledad.

 

II. Una paleta diversificada de futuros

 

Se observan personas, adolescentes o a adultos :

 A. Apenas perturbadas del interior por los abusos que vivieron como unafatalidad incapaz de destruir su ser profundo.

 B. Dañadas, pero parcialmente curando su sufrimiento. Bien decididas a hacer de su vida una realidad positiva, lo que permanece bien al alcance de su voluntad.

C. Otros permanecen demolidos del interior, sin verdadera cicatrización ; se los ve entonces expresar su sufrimiento remanente sobre un método ruidosamente negativista, o sobre un método depresivo, auto-atacando eventualmente el ser sin valor que creen todavía haber sido ( por ejemplo toxicomanía, anorexia mental, intentos de suicidio al principio de la vida adulta ).

Es sobre todo en el caso donde los criterios de gravedad eran intensos en el momento en que se producían los abusos ( por ejemplo : voluntad de poseer al niño ; fraudes sobre el hecho de que se haga eso para su bien ; indiferencia, cobardía y mala fe en el ambiente; subida precoz de un muy malo aprecio de sí mismo ; persistencia del silencio, o del rechazo más tarde ).

 

Se ven entonces :

 

  1. Grandes adolescentes y adultos con aparente y profundo mal estar, con un aprecio fluctuante de ellos mismos, con inseguridad, sintiéndose rápidamente culpables, sin verdadera vida sexual alegre.

En casos extremos, este sufrimiento puede ser enorme al final de la adolescencia ( TS, anorexia ). En otros, se refiere lo más intensamente posible a la vida sexual ( aversión, inhibición, fuga …).

 

  1. Algunos otros se muestranaun más activamente negativistas, con autodestrucción y hetero destrucción más o menos disimulada: comportamientos insociables, adicciones, vida sexual disuelta o prostitución …

 

  1. Otros aún, centran su vida en la cólera y las reivindicaciones expresadas contra el embaucador y los testigos, pueden también limitarse a la manifestación ruidosa del papel de víctima ( mediante libros escritos, medios de comunicación, etc …).

 D.En otro campo, ya hicimos referencia « al encendido » sexual precoz que puede

durar, hasta incluir a veces la adopción de las perversiones del autor inicial.

 

III. El riesgo de la reproducción transgeneracional 

¡Dista mucho de ser una fatalidad! Dos subgrupos tienen especialmente riesgos : 

◊ Los niños que fueron encendidos muy sexualmente, por - prosélitos especialmente viciosos. 

◊ Los niños que vivieron permanentemente en un ambiente especialmente violento, del cual fueron testigos permanentes y víctimas directas a la ocasión, y que nunca han podido hablar de sus sufrimientos y miedos. Siguen siendo portadores de traumatismos intrapsíquicos no elaborados, aún « calientes ». Los años siguientes no es imposible que, impulsivamente, en circunstancias evocadoras, reactivan su traumatismo inversamente atacando más o menos brutalmente otros …